“Hay gente que tiene MUCHO huevo”

Gestión Jurídica y Pólizas RCP para médicos generales.

*** Todas las historias que compartimos son ciertas. Son casos reales de clientes a los que hemos podido ayudar. No obstante, para fines ilustrativos, recreamos algunas situaciones y protegemos la identidad de sus protagonistas cambiando nombres y lugares. 

Cuando Guillermo terminó de leer el documento, no podía dejar de temblar. 

Tenía ganas de gritar, de vociferar y retumbar la tierra, pero siendo médico general tenía claro que era… digamos… lo menos adecuado que podía hacer en una entidad hospitalaria. 

Tenía ganas de explotar… o mejor…no pudo evitar explotar. 

Le pegó un puño con todas sus fuerzas a la pared del corredor del hospital donde trabajaba. 

El resultado: Una rotura del metacarpiano del dedo meñique. “Fractura de Boxeador” le llaman comúnmente. 

No sabía si las lágrimas en sus ojos respondían al dolor de la mano o a la impotencia que sentía por leer lo que acababa de leer. 

Era lo de menos…

Un solo pensamiento pasaba por su cabeza: “¡Hay gente que tiene mucho huevo!”

Y tenía razón…

Pero antes de contarte esta historia, veamos algunos hechos que rodean este tipo de situaciones.

Situaciones comunes que enfrenta un médico general

Un médico general en su diario ejercer, enfrenta situaciones de todo tipo.

Existen empleadores justos, cumplidos. También, conscientes de que trabajan con seres humanos. 

Hay otros que sencillamente “tienen huevo”.

Tienen huevo cuando pretenden acomodarse turnos de 24 horas sin descanso. 

Tienen huevo cuando han pasado 3 meses y siguen debiéndote el sueldo. 

Tienen huevo cuando rozan la explotación laboral. Cuando no se enteran de que tienes una familia por la cual responder. Con la cual compartir. 

Con estas y muchas personas que tienen huevo se ha cruzado Guillermo en los 7 años de ejercicio de su profesión. 

Con nosotros, Guillermo ha podido hacer frente a algunos de sus empleadores que tienen huevo en este sentido. 

Pero este personaje… este es otro nivel. 

Este no tiene huevo. ¡Este tiene MUCHO huevo!

El antecedente

Como era costumbre, Guillermo estaba haciendo turno en el hospital. 

Un día común y corriente, nada fuera de lo normal.

A urgencias, llega una niña de 15 años a la que traían en una camilla. 

Estaba embarazada.

Se notaba bastante angustiada y presentaba un fuerte dolor abdominal. 

Al parecer, un trabajo de parto pretérmino (solo tenía 27 semanas). 

De forma rápida llama al ginecólogo, pero este no estaba en el hospital (aunque figuraba de turno también). 

No lo llamo una, ni dos, ni tres sino MUCHAS veces. 

No contestó el celular nunca. 

La niña presentaba al parecer rotura de las membranas, que se evidenciaba en una pérdida continua de líquido. 

La situación no daba espera. Había que atenderla. 

Como era de esperarse, el feto nace sin vida. 

La corta edad de la paciente suponía un embarazo de alto riesgo. 

No hace falta describir la mezcla de sensaciones que llegan ante una eventualidad de estas. 

Una vez estabilizada la paciente, Guillermo procedió a llenar la historia clínica. 

Preguntó por el ginecólogo de nuevo. Ahora con la enfermera de turno. 

El doctor no ha venido, confirmó la enfermera. 

Hasta aquí, un evento desafortunado como algunos tantos que pasan en una sala de emergencias. 

No obstante, la sorpresa viene meses después. 

El documento al que hacíamos referencia al principio de este relato era la notificación de una denuncia en la Fiscalía con su nombre en la cabecera… Guillermo…, vinculado a un proceso penal por homicidio culposo. 

El motivo: días después, el ginecólogo en cuestión… ese que no apareció… ese que no contestó el celular nunca…. ese que no fue el día correspondiente al turno… para salvar su pellejo, modificó la historia clínica. 

En ella aprovechó los espacios en blanco para poner cosas y, así, simular que estuvo presente. 

¡Hay gente que tiene MUCHO huevo!

¡Ahora Guillermo afronta cargos penales!

Se enfrenta a dos problemas, uno difícil y otro más sencillo…

No solo es necesario hacer las cosas bien. A conciencia. 

Lo normal sería que la ética profesional de las personas predomine sobre su actuar. 

Pero no siempre es así. 

En ocasiones se encuentra uno con gente que tiene MUCHO huevo. Gente que pretende “salvar los muebles” a costa de hundir a otros que han obrado bien. 

Y no hay duda que en estas ocasiones, es prudente tener a alguien que defienda nuestros derechos y nos brinde tranquilidad durante el proceso. 

Alguien que respalde el ejercicio correcto de nuestros actos. 

Eso, y en el caso de Guillermo, un traumatólogo que le solucione su fractura. 

De los problemas difíciles, nos encargamos nosotros. 

En esto consiste nuestro servicio de Gestión Jurídica. Y en todo caso, tenemos una póliza RCP.

Déjanos tus datos. Te llamamos de inmediato.

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